Algunos padecimientos llegan a dejar algunas secuelas en el cuerpo humano. De ahí que sea tan importante contar con una alternativa que ayude a recuperar o potencializar esas habilidades lo más posible.
Tras alguna lesión o accidente, aumentar la independencia de un paciente es uno de los principales objetivos. Para ello, puede servir la terapia ocupacional.
A continuación, te mostramos qué es la terapia ocupacional y cuáles son sus beneficios en diversos ámbitos en la vida de una persona.
La terapia ocupacional tiene como objetivo entrenar o volver a entrenar movimientos y habilidades que no se han desarrollado o se han perdido a través de una enfermedad o trauma.
Se centra en aumentar la independencia del paciente en las actividades cotidianas, a través de tres pilares fundamentales:
Con la terapia ocupacional, se brinda la mayor independencia y reinserción posible de la persona en todos los aspectos: laboral, mental, físico y social.
¿Qué sucede si no hacemos rehabilitación?
Algunos ejemplos de enfermedades y traumas físicos en los que puede servir la terapia ocupacional son: retraso madurativo, lesiones medulares, problemas de procesamiento sensorial, accidentes que lesionen alguna parte del cuerpo, Parkinson, Alzheimer, artritis, nacimiento prematuro, artrosis, trastornos neuromotores y túnel carpiano, entre otros.
Para su labor, los terapeutas ocupacionales se apoyan en diversas técnicas de intervención para evaluar las necesidades de cada persona y así elaborar un plan para la mejor adquisición de las habilidades que se necesitan para alcanzar los objetivos de tratamiento.
El fin de la terapia ocupacional es conseguir la máxima funcionalidad de la persona con algún tipo de limitación, ya sea física, cognitiva, conductual o una combinación de éstas.
Entre los beneficios de la terapia ocupacional se encuentran entrenar, adquirir y/o mantener algunas de las habilidades en los siguientes ámbitos:
La terapia ocupacional puede contar con algunos aliados para la recuperación del paciente, pues recordemos que a menudo la persona estaría experimentando dolor físico. En este sentido, una opción a considerar es la Electroestimulación Nerviosa Transcutánea, también conocida como TENS por sus siglas en inglés.
Funciona de una manera fascinante: se colocan electrodos en el cuerpo, los cuales liberan ligeras descargas eléctricas en el cuerpo mediante un aparato llamado ‘electroestimulador’. Lo que hace esta terapia es bloquear la sensación de dolor incluso antes de que la señal llegue al cerebro.
La TENS es ideal para dolores en partes del cuerpo como cuello, codo, lumbares, muñeca, piernas, rodilla y tobillos, entre otros, así como para procesos de rehabilitación.En este sentido, Backvolt es un ejemplo de aparato electroestimulador para terapia TENS con 30 niveles, pero además ofrece otras dos opciones:
Lo mejor es que es una alternativa natural y muy recomendada por médicos y fisioterapeutas, pues además no requiere de medicamentos y puede aplicarse en casa.
Ciertamente, algunas enfermedades dejan secuelas en el cuerpo humano. Sin embargo, la terapia ocupacional es capaz de contener ese efecto e intentar remediarlo lo más que sea posible.
Como hemos podido ver, esta práctica pone al servicio de las personas un conjunto de técnicas y métodos para favorecer la rehabilitación y la máxima funcionalidad de los pacientes.
Por supuesto, puede ir de la mano de otras terapias que también han demostrado su efectividad, como TENS. El objetivo central de ambas siempre será prevenir y mantener la salud física de las personas.
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