¿Quieres mejorar tu rendimiento físico y no sabes cómo? ¡Apunta estos trucos antes de que los profesionales se enteren de que te los estamos compartiendo!
¿Has oído hablar de algo llamado ‘estimulación eléctrica muscular’? Para hacerlo más sencillo, simplemente le llamamos EMS. Consiste en provocar contracciones musculares mediante impulsos eléctricos con la ayuda de un aparato (conocido como electroestimulador).
La EMS ayuda a activar los músculos para ayudar a aumentar la fuerza y la resistencia, por lo cual son ideales para rehabilitar, fortalecer y tonificar los músculos.
Al usarlos, aceleras el tiempo de recuperación, aumentas la fuerza muscular y, claro, mejoras el rendimiento. Lo mejor de todo es que estos aparatos son súper pequeños y pueden usarse en casa.
Este tipo de aparatos han resultado muy útiles para quienes realizan ejercicio. Algunas de sus ventajas es que relajan y descontracturan los músculos, mejoran la elasticidad de la piel y alivian dolores generados para después de una rutina.
Para tu suerte, ya existen aparatos de electroestimulación como BackVolt, que ofrecen tanto EMS como varios niveles de masaje eléctrico.
De hecho, tiene una tercera función: calmar el dolor crónico de forma natural a través de la electroestimulación neural transcutánea (también conocida como TENS).
Muchos profesionales suelen recomendar terapias de frío o calor para sanar ciertos dolores musculares tras el ejercicio. Sin embargo, a veces olvidan señalar que ambas pueden provocarte quemaduras si se aplican directamente sobre la piel.
Por eso, lo mejor es utilizar compresas, ya sea en seco, en bolsas de agua o sacos de semillas. En el mercado, puedes encontrar tanto en tamaño estándar o para zonas especiales del cuerpo, por ejemplo el área cervical.
Compresas como Backfreeze o BackHeat vienen en diferentes tamaños, son fáciles de transportar y cómodas de aplicar. Las compresas son el brazo derecho de quienes buscan aumentar el rendimiento y cuidarse al mismo tiempo.
En el rendimiento físico, es tan importante lo que hacen tus músculos como lo que hace tu cerebro. Es decir, ¿cómo te percibes a ti mismo?
Un estudio realizado por la Universidad del País Vasco analizó la importancia del autoconcepto físico de jóvenes futbolistas de alto rendimiento y descubrió que los deportistas de élite resultaron mejor calificados en las percepciones que ellos mismos tenían sobre su habilidad, condición, atractivo y fuerza, en comparación con estudiantes futbolistas.
En pocas palabras, para lograr un mejor rendimiento físico, ¡cree en ti! Fomenta la confianza en tus habilidades, en tu atractivo y en tu fuerza. No permitas que las ideas limitantes te impidan avanzar.
Muchos profesionales creen que hacer ejercicio es matarte horas en el gimnasio, hacerle la guerra a la comida no saludable y creer que todo lo que ellos dicen es la verdad absoluta.
Lo cierto es que el conocimiento se ha ido diversificando y cada vez existen más y más alternativas para quien busca rendimiento físico sin sacrificarse demasiado.
Gracias a la bendita tecnología, ya existen muchas alternativas para hacer ejercicio en casa, planes de dieta que no satanizan a ciertos alimentos y estudios científicos que van replanteando todo lo que creíamos saber sobre el ejercicio.
Acércate a otros entrenadores, nutriólogos, especialistas y con su ayuda ve armando las rutinas que sean mejor para ti. Después de todo, ¡nadie conoce mejor tu cuerpo que tú!
Esta independencia te permitirá conocer la rutina de ejercicios más adecuada para tu cuerpo, tu estilo de vida, tu tiempo disponible y, sobre todo, los objetivos que quieres alcanzar.
¿Qué te parecen estos tips? Ahora sí, ¿listo para lograr un mejor rendimiento? ¡Llega tan lejos como quieras!
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