En ocasiones, se llega a pensar que mantenerse en forma implica tiempo, esfuerzo y dinero. Si bien esta última no es necesariamente un requisito, sí existen ciertos dispositivos que harán más fácil el ejercicio.
En la comodidad de tu hogar, existen alternativas muy confiables para trabajar todo tu cuerpo sin tener que sacrificarte demasiado. Un ejemplo son las pelotas de pilates, que han demostrado ser útiles, prácticas y sobre todo seguras.
Las pelotas de ejercicio han venido a revolucionar la manera en que las personas pueden ponerse en forma, con todos los beneficios que eso implica.
Una pelota de pilates es un artefacto suave y resistente relleno de aire. Se usa en fisioterapia para rehabilitación física y, por supuesto, para ponerse en forma. El ejercicio se hace al levantarlo, girarlo, sentarse sobre él o al apoyar ciertas partes del cuerpo, como las piernas, brazos y/o espalda.
Tiene múltiples ventajas:
Como dato curioso, se le conoce con muy diversos nombres: balón suizo, fitball, pelota de equilibrio, balón de estabilidad, gym ball, pelota de gimnasia, balón para fitness o pilates, physioball, balón terapéutico, pelota corporal, esferobalón, fisiobalón, pelota de bobath, teraphy ball, pelota de partos y pelota de yoga, entre otros.
También puedes llamarla B-ball, y sumarte a la tendencia de los que usan una pelota de ejercicios para potenciar su entrenamiento.
Su objetivo es lograr unos muslos más marcados. En esta ocasión, hay que colocarse de costado a la pelota y pisarla con el pie más cercano. Ahora, extiende la pierna hacia el costado hasta estirarla completamente.
La idea es mantener el equilibrio y la postura con la espalda recta y los brazos a los laterales del cuerpo. Frecuencia: 10 repeticiones en cada lado.
Coloca la pelota contra una pared y ponte de pie de espaldas a ella. Estira la pierna derecha hacia atrás y apóyala sobre la pelota. Flexiona la pierna izquierda sin que la rodilla sobrepase la línea imaginaria de la punta del pie.
Lleva los brazos hacia adelante del pecho, paralelos al suelo y la espalda ligeramente hacia adelante. Al terminar el descenso, desarma la postura y repite para el otro lado.
Las famosas lagartijas pueden apoyarse en una pelota de pilates. Para empezar, ponte boca abajo en la colchoneta. Estira los brazos a una posición de plancha y sube las piernas a la pelota. Apóyate colocando la pelota contra la pared.
De esta manera, los empeines quedan por fuera de la pelota de pilates y el apoyo en la pelota es hasta la altura de los muslos. Después, hay que flexionar y estirar los brazos.
Hay clásicos que no se olvidan y las sentadillas son parte de esos clásicos. Colócate de espaldas a una pared y pon la pelota en medio. La idea es que la sujetes contra la pared. Y ya en posición, desciende el tronco mientras flexionas las rodillas y después llevar las manos detrás de la cabeza para tener más equilibrio.
Ya dominado bien este ejercicio, ahora sujeta una mancuerna o disco en cada mano y coloca los brazos a los costados del cuerpo. Te sorprenderán los resultados.
Por el nombre, parecieran ser una rutina desconocida, pero no es así. Consiste en realizar los abdominales clásicos, pero con la ayuda de esta pelota. Para lograrlo, apoya la espalda en la pelota hasta la altura de la cintura y los glúteos deben quedan en el aire. Después, flexiona las piernas para que las rodillas queden formando un ángulo de 90 grados.
Lleva las manos atrás de la cabeza y eleva el pecho sin despegar del todo la espalda de la pelota. Mira siempre hacia adelante y baja lo más posible el mentón. Se recomiendan series de 10 repeticiones.
Ideal para abdominales, glúteos e isquiotibiales. La persona debe acostarse boca arriba, apoyar los brazos a los costados del cuerpo y las palmas hacia abajo. El siguiente paso es pisar la pelota con los talones y dejar como punto de apoyo también los gemelos.
Entonces, hay que elevar el tronco para despegarlo del piso. Las piernas quedan siempre estiradas; y los omóplatos, bien apoyados en el suelo. El cuerpo hace una especie de diagonal con respecto a la colchoneta. Luego de mantenerse así unos segundos, hay que desarmar la postura apoyando la espalda.
Como hemos visto, ponerse en forma es una práctica que, con el tiempo, se ha ido diversificando. Por ello, las pelotas de ejercicio han venido a revolucionar la manera en que las personas pueden entrenar, de manera divertida y con resultados rápidos.
A las pelotas de pilares se les podrá conocer de muy distintas maneras, pero su beneficio en todos siempre será el mismo: estar y sentirse bien. Y con la guía de estos ejercicios y las ventajas que ofrece la electroestimulación, los resultados valdrán la pena.
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