Compresas frías, calientes, sal y hasta mantequilla son algunas de las recomendaciones que a veces escuchamos para aliviar lo relacionado con un golpe. Pero, ¿cuánto de eso es realmente cierto?
Los expertos han tomado nota de cada una de estas creencias y su efectividad para saber qué fundamentos científicos podrían tener. De esta manera, te presentamos a continuación lo que se sabe al respecto de estas opciones.
MITO: Tras un golpe, lo que se forma en el cuerpo es un hematoma. Y se cree que un poco de carne cruda serviría para desinflamar, pero el pediatra Alejandro Luna afirmó al diario colombiano El Tiempo que no es la carne lo que funciona sino la temperatura a la que se encuentra.
Eso es justamente lo que le permite disminuir la apariencia del golpe. La idea de colocar un bistec en la zona afectada se difundió ampliamente en medios masivos como el cine y la televisión.
REALIDAD. Ante algún golpe o tras un moretón, colocar hielo o una compresa fría sobre el área lesionada puede servir. Lo importante es no aplicarlo directamente sobre la piel, pues podría producir quemaduras. Por ello, la mejor manera son las compresas.
Es una terapia no invasiva para brindar alivio. Al contacto con el cuerpo, actúa directamente sobre el flujo sanguíneo para prevenir o aliviar dolores, ya sea musculares, articulares y de tendones. Es tan efectivo que incluso lo recomienda la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés).
MITO. Era una idea muy difundida en las familias, sobre todo entre las abuelas: cuando alguien se lastimaba alguna parte del cuerpo, ellas con mucho amor aplicaban un poco de su propia saliva y la colocaban sobre el golpe o la herida.
Sin embargo, actualmente se sabe que no existe una evidencia científica que respalde esta idea. Todo lo contrario: lo que esta sustancia haría es aumentar el riesgo de infección, debido a los millones de microorganismos que contiene.
REALIDAD. El calor ayuda… y mucho. Además de actuar como relajante, una compresa caliente puede aumentar la circulación, reducir el dolor muscular y articular, así como aliviar dolores en donde no haya inflamación en la zona.
Es efectivo en muy diversos casos: lesiones musculares (dolencias que varían en gravedad y que son frecuentes después de una rutina de ejercicios, como contusión, calambre o distensión), dolor articular (cervical, lumbar, artrosis de rodilla) e incluso podría ser útil en casos de dolor por periodo menstrual.
DEPENDE. Se le ha considerado un truco casero y es recomendado en varios sitios web, sobre todo en casos de chichones. Machacar perejil con un poco de mantequilla puede ser una pomada que puede aplicarse sobre la zona afectada. Y la sal, por ser rica en sodio, ayudaría a disminuir la inflamación.
Por el contrario, la mantequilla y la grasa en general no serían precisamente el mejor tratamiento en una quemadura. En estos últimos casos, colocarla directamente sobre la herida sería contraproducente, pues corre el riesgo de sellarse en el calor.
REALIDAD. La presión sobre puntos del cuerpo reduce la fatiga muscular y la tensión articular. Los movimientos constantes hacen que la dolencia disminuya, al trabajar sobre los puntos sensibles. Además, ayudan a descontracturar los músculos y mejoran la elasticidad de la piel.
Y sus beneficios continúan, pues también ayudaría a disminuir el estrés, aliviar la sensación incómoda, así como mejorar la circulación de la sangre y reducir el ritmo cardiaco.
Una alternativa altamente probada por su eficacia para aliviar el dolor es la terapia de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (también conocida como TENS, por sus siglas en inglés). Trabaja con electrodos, los cuales se colocan en el cuerpo para liberar una ligera descarga eléctrica, la cual permite bloquear la sensación de dolor, incluso antes de que la señal llegue al cerebro.
Es tan efectiva que incluso puede aplicarse en la comodidad del hogar y sin apoyo adicional, más que un electroestimulador, el cual es pequeño y portátil. Incluso, no requiere de medicamentos y es ampliamente recomendado por médicos y fisioterapeutas en todo el mundo.
Pero es más que un aparato de electroestimulación. También ofrece la llamada Terapia de Electroestimulación Muscular (EMS, por sus siglas en inglés), que consiste en pulsaciones eléctricas de baja frecuencia para fortalecer y tonificar el cuerpo. Y también es capaz de ofrecer un masaje eléctrico, para reducir la tensión articular.
Para aliviar el dolor, todos los caminos son válidos. Sin embargo, siempre hará falta un fundamento científico que permita no sólo respaldar la efectividad del remedio, sino también recomendarlo a otras personas.
Más allá de qué tratamientos sirvan o no a una persona, soluciones universales como el frío, el calor, el masaje y la electroestimulación han demostrado sus alcances, sobre todo si se acompañan de la asesoría médica necesaria.
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