La electroestimulación es una terapia frecuentemente utilizada en el ámbito fitness y de la fisioterapia. Sirve para la rehabilitación muscular, el tratamiento del dolor y también para adelgazar acompañándolo de una dieta saludable y una rutina de ejercicios.
El tratamiento se aplica con un equipo electroestimulador y con una serie de parches o electrodos, que, mediante pulsos eléctricos, provocan contracciones musculares muy similares a las naturales (EMS), o envían señales al sistema nervioso para bloquear el dolor desde su origen en el cerebro (TENS).
Los electroestimuladores de ambos tipos, ya sea para estimulación nerviosa (TENS) o estimulación muscular (EMS), son una gran solución para lograr la tonificación muscular y el alivio de dolores crónicos.
Pero, es importante entender que no son lo mismo, y que cada sistema tiene sus particularidades y funciona de modo diferente.
Hay una distinción fundamental que debe hacerse al momento de definir qué tipo de electroestimulador necesitamos, y tiene que ver con para qué sirve cada uno de ellos.
Si se sufre de dolores habituales en algunas partes del cuerpo; como rodilla, cuello, codo, lumbares, muñeca, tobillos, piernas, etc., o se está en un proceso rehabilitación tras una lesión, lo más recomendable es realizar una terapia con un electroestimulador nervioso transcutáneo. Con esto se podrá agilizar la recuperación muscular y aliviar el dolor.
Con otros fines totalmente opuestos al dolor, el sistema EMS (electroestimulación muscular) suele utilizarse para generar contracciones musculares en fibras profundas o zonas que no son fáciles de llegar con entrenamiento tradicional, a través de pulsaciones eléctricas de baja frecuencia e intensidad. Su fin es embellecer, fortalecer y tonificar los músculos disminuyendo la grasa y aumentando la masa muscular.
Cuando una parte de nuestro cuerpo tiene mucho dolor, la tendencia por reflejo es evitar mover la zona afectada. Sin embargo, la inmovilidad reduce la actividad metabólica, y provoca la incapacidad de poder eliminar las sustancias que producen el dolor, generando un círculo vicioso en el que mientras menos nos movemos, más nos duele.
TENS es útil para terminar con ese círculo vicioso, pues a través de pulsaciones eléctricas y ciclos de intensidad y frecuencia, envía señales a los nervios y a los músculos con efecto analgésico que nos ayudará a reducir significativamente el dolor, atacándolo desde su origen en el cerebro.
¿Te ha resultado útil la información que te hemos brindado? ¿Has podido entender para qué sirve un electroestimulador y en qué se diferencia la terapia con TENS y la EMS? Continúa descubriendo nuestros contenidos de Backbone y sorpréndete con nuestros consejos, productos e infografías.
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